Todo comenzó con una merienda, el pasado Domingo, mientras todos esperábamos la visita estelar del bondadoso rey Gaspar. El Rey nos comentó que llegaría a nuestro Casal de manera puntual, después de la merienda. Y así ocurrió.
Cuando se acomodó y preparó, los niños (y no tan niños), pudieron entregarle las cartas, en las que habían escrito todo aquello que deseaban. Con su amabilidad y cariño habituales, recomendó a todos los niños que fueran buenos, que el haría todo lo posible por satisfacerles.

Transcurridos un par de días, nos encontramos de nuevo para participar y disfrutar de la tradicional cabalgata de los Reyes Magos, que como siempre transcurrió por algunas de las calles principales de nuestro pueblo.
A decir de muchos la participación ciudadana en este evento ha sido multitudinaria, y desde luego, la percepción participando en ella, confirmaba esa sensación.
También hay que resaltar la masiva participación en la cabalgata, por parte de otras fallas y asociaciones, que la enriquecieron y animaron.
El desfile terminó en la plaza del Ayuntamiento, donde entre otros, nuestro rey Melchor, dirigió unas palabras a la multitud, en especial a los niños.